Hoy hemos estado en la capital de esta
región, en Kankan. Unos 140 kms. de carretera que nos han llevado a una ciudad
de 200.000 hab. Durante el trayecto, el paisaje dibujaba el verde y el rojo de la tierra, a nuestro paso muchos
vehículos y motos. Una inmensa llanura de una ciudad a otra, toda llena de
árboles que hunden sus raíces en una tierra muy roja y que ven pasar a niños,
jóvenes y mayores venidos de todas partes. Hemos tenido la dicha de bordear el
rio Niger durante casi 40 kms, muchos de ellos cubiertos de cultivo de arroz,
espectáculo magnífico. No hemos visto ningún cocodrilo, ni hipopótamo.
Ya en Kankan hemos conocido a Monseñor
Emmanuel Felemú, el obispo de esta diócesis, y presidente de la conferencia
episcopal del país que nos ha acogido con gran hospitalidad, hemos visitado la
Catedral y la zona adyacente, del total de habitantes de la ciudad solo unos
8000 son católicos. Especialmente emotiva ha sido la visita a la tumba de uno
de los primeros salesianos que llegaron a este país, Englebert Ruhinyura,
ruhandes, que murió a los pocos años de
llegar aquí.
Después, hemos visitado el centro de
formación profesional que los salesianos tienen en la ciudad, allí nos ha
recibido David, salesiano de Mali que nos ha dado una vuelta por los talleres
de mecánica y carpintería, hemos comido con él. Enseguida nos hemos vuelto a
Siguirí, a nuestra misión de Saint Alexis donde hemos llegado todavía con luz
del día.
Vamos poco a poco reconociendo el
terreno.
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