Ayer tuvimos un encuentro aquí en el Seminario con Vicente Morales. Él y su esposa Rosa Escala,
son el origen de una gran familia, Brotes de Olivo, que se ha dedicado a bendecir a Dios a través de la música, y que después de muchos años siguen ayudándonos a caminar con sus canciones.
Como ellos mismos explican, "comenzaron a descubrir en lo cotidiano,... una
llamada de atención que les provocaba interiormente una pregunta: ¿qué
quieres de nosotros, Señor? Y comenzaron a nacer hijos - hasta 13 -
que desde muy pequeños se unían al grupo que en 1971 comenzó a
conocerse como Brotes de Olivo".
Gracias Vicente por este rato compartido, esperamos poder volver a vernos pronto.
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