" Pedid a Dios por mí para
que no me canse de anunciar el Evangelio de la misericordia. Me urge y
apremia proclamar este Evangelio; oigo el grito, como el que Pablo
escuchaba en sueños de los macedonios, venido de tantos y tantos que
tienen sed de esa misericordia: “¡Ayúdanos!”. Urge anunciar la buena
nueva de Jesucristo. El mensaje que hay que proclamar es el mismo de
Cristo y que es Cristo mismo. "El Reino de Dios ya llega a vosotros".
Dios está muy cerca: que los hombres lo oigan con toda claridad. Aunque
tal vez algunos prefieran no saberlo: Dios está muy cerca y en su mano
la justicia eterna. El Reino en labios de Jesús abarca y resume todo el
Evangelio: Dios aceptado como centro de la vida: feliz y cercana
eternidad ya desde ahora. Y con él la paz. Los misioneros del Evangelio
lo son de la paz, que significa y es la plenitud de todos los bienes,
caricia de la ternura de Dios, derramamiento de la misericordia infinita
de Dios. ¿Qué mayor regalo que la paz, fruto y presencia del Espíritu,
que sólo viene de lo Alto?"
De la Homilía de la Misa de toma de posesión . Antonio Cardenal Cañizares Llovera,
Arzobispo de Valencia
Arzobispo de Valencia
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