La comunidad de Taizé en Francia, reúne a unos cien hermanos, católicos y de
diversos orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naciones.
Por su existencia misma, la comunidad es un signo concreto de
reconciliación entre cristianos divididos y pueblos separados. La semana pasada nos la hicieron presente los hermanos Cristian, Mikel y Gerard de Taize, que vinieron acompañados por don Oscar Benavent, presidente de la comisión diocesana de juventud. Compartieron con nosotros la celebración de la Eucaristía y un posterior encuentro en el que nos hablaron de como viven su vocación en aquella comunidad. Gracias por vuestra visita, esperamos volver a vernos pronto.
« Pienso que
desde mi juventud nunca me ha abandonado la intuición que una vida de
comunidad pudiese ser el signo que Dios es amor y solamente amor. Poco a
poco surgió en mí la convicción que era esencial crear una comunidad
con hombres decididos a dar toda su vida y que buscasen comprenderse y
reconciliarse siempre: una comunidad donde la bondad del corazón y la
simplicidad estuviesen al centro de todo. »
(Hermano Roger, Dios sólo puede amar)
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